El sol estaba empezando a ponerse en el horizonte cuando Ye Xuan Ge regresó exhausta a su pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Abrió la puerta y una voz angelical la saludó con entusiasmo, "¡Mamá, estoy llegando!". Confundida, Ye Xuan Ge miró a su alrededor para darse cuenta de que su hijo de cinco años estaba corriendo hacia ella con una sonrisa radiante en su rostro.
"Pequeño, ¿quién eres y dónde está tu mamá?" preguntó Ye Xuan Ge, sintiendo un nudo en la garganta. Antes de que pudiera entender lo que estaba sucediendo, su hijo la abrazó fuertemente y respondió, "¡Eres mi mamá, mamá! Y mi papá está... en el cielo". Las lágrimas empezaron a emerger de los ojos de Ye Xuan Ge mientras abrazaba a su hijo con fuerza.
Con el corazón lleno de emociones encontradas, Ye Xuan Ge se dio cuenta de que su vida acababa de tomar un giro inesperado y emocionante. A pesar de los desafíos que les esperaban, sabía que juntos podrían superar cualquier obstáculo. Una nueva aventura familiar estaba a punto de comenzar, llena de amor, misterio y la promesa de un futuro brillante.