El sol se ponía lentamente sobre la imponente ciudad, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados que reflejaban la calma aparente del entorno. Sin embargo, en el lujoso penthouse del edificio más alto, el ambiente estaba cargado de tensión y misterio. Ella llevaba tres años de matrimonio sin saber quién era realmente su esposo.
Un susurro inesperado la sacó de sus pensamientos. "¿Cómo me llamas?" La voz profunda y seductora le erizó la piel, desconcertándola por completo. "P... Presidente?" balbuceó ella, con un nudo en la garganta. Una risa suave le llegó al oído, provocándole escalofríos. "Muy buena," murmuró él, apretando su agarre alrededor de su cintura, enviando un escalofrío por su delicada espina dorsal. "¡Ma... Maridito!"
Ella se quedó sin aliento, su mente girando tratando de descifrar el enigma que era su esposo. Cada gesto, cada mirada, cada roce parecía llevar consigo un significado oculto que se escapaba a su comprensión. ¿Qué secretos se escondían detrás de esa fachada impenetrable?
Entre susurros en la penumbra y miradas cargadas de deseo, se desplegaba un juego peligroso de seducción y misterio. Mientras tanto, en lo profundo de sus corazones, latía el anhelo de descubrir la verdad y encontrar el amor verdadero. ¿Lograrían desentrañar los enigmas de su matrimonio y hallar la felicidad que tanto anhelaban?