Mata ne
En un rincón olvidado de la ciudad, dos almas perdidas se cruzaron en silencio. Ella, con sus ojos tristes y su corazón lleno de secretos. Él, con una sonrisa vacía y un pasado oscuro que lo perseguía. Se encontraron noche tras noche en el mismo banco del parque, compartiendo la soledad que los consumía.
Sin decir una palabra, sus miradas hablaban por ellos, revelando miedos y anhelos enterrados en lo más profundo de sus almas. Se convirtieron en cómplices de un dolor compartido, encontrando consuelo en la presencia silenciosa del otro.
Pero una noche, todo cambió. Un giro inesperado del destino los enfrentó a una verdad dolorosa que amenazaba con destruirlos. En medio de la oscuridad, descubrieron que, a veces, el único consuelo que podían encontrar estaba en dejarse llevar por la tormenta y confiar en que, al final del camino, la luz brillaría de nuevo.
Y así, en un instante de conexión profunda y desgarradora, se despidieron en silencio, sabiendo que sus caminos se separaban pero que sus corazones siempre estarían unidos por el lazo invisible del amor y la redención. Mata ne, susurra el viento, llevando consigo sus secretos y sus promesas rotas hacia un nuevo amanecer.