Mientras Renna se encontraba en su laboratorio preparando la poción solicitada por el protagonista masculino, su mente estaba llena de confusión y preguntas sin respuesta. ¿Cómo era posible que su ex esposo, el hombre que no mostraba ni una pizca de pasión durante su matrimonio, ahora necesitara una poción para calmar sus deseos sexuales?
Las llamas danzaban en el caldero mientras Renna removía con nerviosismo, tratando de entender la extraña situación en la que se encontraba. De repente, una explosión en el laboratorio la hizo saltar hacia atrás, y cuando el humo se disipó, el hombre frente a ella ya no era el protagonista masculino, sino su ex esposo, con una mirada ardiente y desafiante que nunca antes había visto en él.
Los recuerdos de su vida pasada se agolparon en la mente de Renna, mientras observaba atónita cómo su ex esposo ahora poseía al protagonista de la novela. La tensión en el aire era palpable, los sentimientos reprimidos salían a la luz y las emociones encontradas amenazaban con desbordarse.
En ese momento, Renna supo que la tranquila vida que había estado llevando en su reencarnación ya no sería la misma. Un torbellino de pasión, secretos y deseos prohibidos la arrastraba hacia un destino incierto, donde las líneas entre la realidad y la ficción se desdibujaban peligrosamente.