El sol se estaba poniendo sobre los rascacielos de Tokio cuando Ana regresó a casa después de un largo día de clases en la universidad. Al abrir la puerta, se sorprendió al encontrar a su hermana, Sofía, llorando en el sofá. Sofía, conocida por su actitud tsundere, normalmente mantenía una fachada fría y distante frente a los demás, pero esta vez sus lágrimas no podían ocultar su verdadera angustia.
Ana se acercó con cautela y preguntó: "¿Qué pasa, Sofía? ¿Por qué estás llorando?"
Entre sollozos, Sofía finalmente confesó: "He estado recibiendo cartas amenazadoras últimamente, y hoy encontré una en mi casillero de la universidad. No sé qué hacer, tengo miedo..."
Ana, preocupada por su hermana, decidió investigar por su cuenta. A medida que profundizaba en el misterio, descubrió una red de secretos oscuros que rodeaban a Sofía, poniendo en peligro no solo su seguridad, sino también su corazón.
Con cada paso hacia la verdad, Ana se dio cuenta de que no solo estaba luchando para proteger a su hermana, sino también contra sus propios sentimientos. En medio de la confusión y el peligro, la relación entre las hermanas tomaría un giro inesperado, revelando la fuerza de su lazo familiar y el poder del amor incondicional.