En un día soleado de primavera, Rina se encontraba sentada en su escritorio, atormentada por pensamientos y emociones contradictorias. Miró furtivamente a su alrededor, asegurándose de que nadie la estaba observando, antes de dejar caer su pluma sobre el papel en blanco frente a ella.
Hacía meses que salía con Takeru, un hombre apuesto, carismático y sádico. A pesar de su éxito en el departamento de ventas, su relación no había avanzado a un nivel más íntimo, un hecho que preocupaba profundamente a Rina. ¿Por qué Takeru parecía tan distante cuando estaban a solas? ¿Qué secretos escondía detrás de esa fachada de confianza y seguridad?
Decidida a romper el silencio que amenazaba con ahogarla, Rina tomó una decisión audaz. Esa misma tarde, esperó a que la oficina se vaciara y se acercó sigilosamente a la puerta de la oficina de Takeru. Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, golpeó suavemente y entró.
Lo que descubrió en el interior de esa oficina cambiaría su percepción de todo lo que creía saber sobre Takeru. Una habitación meticulosamente decorada con fotografías, recuerdos y objetos de un pasado que él nunca le había revelado. Entre ellos, una carta sin abrir que llevaba el nombre de Rina.
Esa noche, en medio de la lluvia que golpeaba contra las ventanas de la ciudad, Rina enfrentaría la verdad sobre Takeru y sobre sí misma. Un giro inesperado en su historia de amor, donde los secretos más oscuros finalmente saldrían a la luz, desafiando su entendimiento de lo que significa amar a alguien como Takeru.