En una noche oscura y tormentosa, Mimi caminaba sola por las calles desiertas de Tokio, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Desde niña, había sentido una extraña conexión con lo paranormal, y esa noche no era la excepción. De repente, un susurro lejano llamó su atención, y al girar la cabeza, vio una sombra acechante en la oscuridad. Con el corazón acelerado, Mimi decidió seguir a la misteriosa figura, adentrándose en un callejón estrecho y ominoso.
A medida que avanzaba, los murmullos se volvían más audibles, susurrando palabras ininteligibles que helaban la sangre de Mimi. De pronto, la sombra se materializó frente a ella, revelando un rostro pálido y ojos vacíos que parecían penetrar en lo más profundo de su ser. Con un escalofriante susurro, la figura susurró: "Mimi, tu destino está entrelazado con lo sobrenatural".
Sin tiempo para reaccionar, Mimi se vio envuelta en una espiral de eventos inexplicables, donde lo real y lo fantasmagórico se entrelazaban de manera inquietante. Ahora, se enfrentaba a una elección que cambiaría su vida para siempre: aceptar su destino sobrenatural o luchar contra las fuerzas oscuras que amenazaban con consumirla por completo.