El viento soplaba frío esa noche, creando un ambiente misterioso alrededor de la figura solitaria de Misaki. Con sus ojos cansados pero determinados, ella descendió del autobús y se adentró en la oscuridad de la ciudad. Nadie sabía quién era realmente Misaki, ni cuál era su verdadero propósito en la vida, pero todos temían su presencia.
Misaki tenía un don sobrenatural: la capacidad de dar sentido a la vida de aquellos que la habían perdido, incluso aquellos que anhelaban quitársela. Su mera existencia desataba un torbellino de emociones y conflictos en la ciudad, donde la muerte y la desesperación parecían reinar.
Pero detrás de su aparente tranquilidad, se escondía un oscuro secreto que amenazaba con desencadenar una serie de eventos incontrolables. A medida que Misaki se adentraba en las vidas de los demás, también se adentraba en su propio pasado turbulento, enfrentando demonios internos que habían sido sepultados durante demasiado tiempo.
¿Podría Misaki salvar a los demás de sus propios deseos destructivos, o caería en la misma espiral de desesperación? Solo el tiempo y sus decisiones revelarían la verdadera naturaleza de sus poderes y el precio que tendría que pagar por jugar con fuerzas más allá de su control.