El sol se ponía sobre el reino de Aldoria, tiñendo el cielo de tonos dorados mientras la princesa Elara caminaba por los jardines del castillo. Su mente estaba en un torbellino, atrapada en el cuerpo de la hija de un general y comprometida con el príncipe playboy, quien la miraba con una mezcla de diversión y deseo.
En medio de su confusión, Elara se encontró con el príncipe en los jardines. Sus ojos oscuros la atravesaron, enviando escalofríos por su espalda. "Me gustas, es asunto mío", murmuró él, acercándose más a ella. Su cercanía era peligrosamente seductora, pero Elara no podía negar la chispa de deseo que ardía en su interior.
A medida que el príncipe y Elara se veían obligados a interactuar más, comenzaron a descubrir que sus enemistades pasadas no eran más que el reflejo de sus propios dolores y traumas. Entre intrigas de palacio, juegos de poder y secretos oscuros, su relación tomaba giros inesperados.
¿Sería posible que dos personas tan opuestas encontraran el amor en medio del caos y la desconfianza? Solo el tiempo lo diría, pero una cosa era segura: el destino había entrelazado sus caminos de una manera que ninguno de los dos podría ignorar.