En una noche tranquila en la oficina, Sunwoo se encontraba trabajando duro para corregir los errores del día. El Gerente Kang había sido sorprendentemente comprensivo, a pesar de todas las meteduras de pata que había cometido. Sin embargo, algo en su actitud le hacía sospechar a Sunwoo.
Decidió quedarse un poco más tarde para terminar algunas tareas pendientes, pero al levantarse de su silla, tropezó con un cable y derramó el vaso de soju sobre el Gerente Kang. Esperando lo peor, se preparó para ser reprendido. Sin embargo, lo que vio a continuación lo dejó perplejo.
El rostro del Gerente Kang se ruborizó intensamente, y Sunwoo pudo ver algo extraño apareciendo en la parte superior de su cabeza: ¡eran orejas de gato! Quedó petrificado, sin poder creer lo que veía. El Gerente Kang se aclaró la garganta y con una voz ligeramente más ronca, dijo: "Supongo que no puedo ocultarlo más. Soy un híbrido de gato".
Sunwoo se quedó sin aliento. Todo tenía sentido ahora: la paciencia del Gerente Kang, sus agudos sentidos y la extraña atracción que había sentido desde el principio. Sin poder contenerse, extendió la mano y acarició una de las orejas peludas. El Gerente Kang cerró los ojos y comenzó a ronronear suavemente.
A partir de ese momento, sus vidas dieron un giro inesperado y emocionante. La relación entre Sunwoo y su misterioso jefe se profundizó, descubriendo secretos, enfrentando desafíos y explorando un nuevo mundo de posibilidades. ¡La oficina nunca volvería a ser la misma!