Natsume Takashi estaba agotado de huir constantemente de los ayakashi que lo perseguían sin descanso. Cada paso que daba parecía llevarlo más cerca de un peligro inminente. Nyanko, en su forma de gato gordo y perezoso, lo seguía de cerca, con una mirada de preocupación en sus ojos brillantes.
Mientras se adentraban en el bosque oscuro que rodeaba el pueblo, Natsume recordaba las palabras de su abuela, la misteriosa Reiko, sobre el poder y la responsabilidad que el Libro de los Amigos le confería. ¿Cómo podía encontrar la fuerza para enfrentar a los ayakashi que anhelaban posesionarse de él y reclamar lo que creían suyo por derecho?
De repente, una sombra oscura emergió de entre los árboles, con ojos brillantes y afilados colmillos. Era un ayakashi poderoso y sediento de venganza, decidido a acabar con Natsume de una vez por todas. Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, Natsume se puso en guardia, listo para enfrentar su destino y descubrir la verdad detrás de la herencia de su abuela.