El día que Mamoru descubrió la Carta Humana fue el día en que su vida cambió para siempre. Aquel objeto misterioso se convirtió en su peor pesadilla y en su única esperanza. Con cada hoja de papel que vendía, sentía cómo su cordura se desvanecía lentamente, pero la promesa de encontrar al padre de Yuka lo mantenía en ese oscuro camino.
Las personas atrapadas en esas cartas gritaban en silencio, sus ojos suplicaban por ayuda, pero él ya no podía escucharlos. El ansia de poder y dinero lo consumía, convirtiéndolo en un monstruo sin escrúpulos. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, un destello de humanidad aún brillaba, recordándole quién solía ser.
Mientras el mercado clandestino de humanos se expandía, Mamoru se enfrentaba a una encrucijada: seguir alimentando su sed de riqueza o arriesgarlo todo para redimirse. ¿Sería capaz de enfrentar sus demonios internos y salvar a aquellos a quienes condenó? La respuesta, envuelta en sombras de traición y redención, estaba por revelarse en un giro inesperado del destino.