Título: ¡No soy un perro!
Después de semanas de ser tratado como un perro por su senpai, Misaki Souma finalmente explotó. No podía soportar más la humillación y decidió confrontar a la presidenta del comité de cuidado de animales frente a toda la escuela.
"¡No soy un perro!" gritó Misaki, con los ojos brillando de determinación. La sorpresa se reflejaba en el rostro de la presidenta, quien nunca esperó ver a Misaki tan enojado.
Entre murmullos y susurros, Misaki continuó su discurso, revelando sus verdaderos sentimientos y el dolor que había estado guardando todo este tiempo. La presidenta, con una expresión de asombro y arrepentimiento, finalmente entendió el impacto de sus acciones.
La confrontación no solo sorprendió a todos en la escuela, sino que también marcó un punto de inflexión en la relación entre Misaki y la presidenta. A partir de ese día, ambos comenzaron a comprenderse mejor, descubriendo que sus diferencias podrían convertirse en una conexión inesperada y significativa.
La historia de Misaki y la presidenta del comité de cuidado de animales se convirtió en un ejemplo de cómo la comunicación honesta y la empatía pueden transformar incluso las situaciones más difíciles en oportunidades para el crecimiento personal y la conexión genuina.