La lluvia golpeaba con fuerza contra la ventana, reflejando el caos que reinaba en el interior de la habitación. Axel se encontraba de rodillas en el suelo, con la mirada perdida en el vacío. Su corazón latía con fuerza, recordando cada palabra, cada mirada, cada gesto de aquel chico de cabello extraño que había irrumpido en su vida como un torbellino.
Aidan, así se llamaba, era un enigma envuelto en misterio, un ser que desataba emociones contradictorias en el interior de Axel. ¿Cómo era posible que alguien tan desordenado, tan diferente a él, hubiera logrado calar tan hondo en su corazón? Las dudas y los miedos se agolpaban en su mente, pero al mismo tiempo, una fuerza inexplicable lo impulsaba a buscar respuestas, a descubrir la verdad que se escondía detrás de aquel rostro impenetrable.
Los recuerdos se agolpaban en su mente, revelando pistas y secretos que parecían imposibles de encajar. ¿Qué oscuros secretos ocultaba Aidan? ¿Y qué conexión los unía de manera tan intensa y dolorosa?
El destino los había unido de una forma inesperada, y ahora Axel se encontraba en una encrucijada, dispuesto a desentrañar las mentiras y los secretos que amenazaban con destruirlos. En medio de la tormenta emocional que los envolvía, solo una cosa era segura: todo pasa por algo, incluso la presencia de aquel chico con un aura tan misteriosa y noisome.