En un mundo donde Evan podía ver el futuro feliz de las personas, conocer a Christopher lo dejó desorientado. Por primera vez, la visión futura de Evan era borrosa y llena de sombras, como si se estuviera acercando a un abismo desconocido. A medida que su corazón latía con fuerza cada vez que veía a Christopher, Evan se enfrentaba a una difícil elección: ¿debía confiar en sus habilidades o escuchar a su corazón?
Christopher, con su mirada penetrante y sonrisa misteriosa, había logrado algo que ninguna otra persona había logrado antes: desafiar el don de Evan y hacerle cuestionar cada creencia que tenía sobre sí mismo y su poder. ¿Qué secreto ocultaba Christopher en su mirada que desconcertaba a Evan?
Entre miradas furtivas y conversaciones cargadas de tensión, Evan se dio cuenta de que su futuro estaba entrelazado de una manera inesperada con el de Christopher. En un juego peligroso de destinos entrelazados, ambos se encontraban en un punto de inflexión donde debían decidir entre seguir el camino predicho o atreverse a escribir su propio futuro juntos. ¿Podría el amor ser más fuerte que el destino mismo?