Bajo la oscuridad de la noche, Jamie caminaba solo por el cementerio, rodeado de sus amigos invisibles, los fantasmas. Acostumbrado a la soledad, se sorprendió al escuchar una risa cristalina. Levantó la vista y vio a la chica más popular del instituto, Emily, quien se acercaba con una sonrisa radiante en su rostro.
- Hola, ¿qué haces aquí tan tarde? -preguntó Emily, rompiendo la barrera entre ellos.
Jamie se quedó perplejo, incapaz de articular palabra. Nunca había hablado con nadie que no fuera un espíritu. Sin embargo, la calidez en los ojos de Emily lo hizo sentir extrañamente cómodo.
- Soy Jamie -logró decir al fin, sintiendo que algo dentro de él cambiaba.
A partir de ese encuentro, la vida de Jamie dio un giro inesperado. Emily se convirtió en su confidente, su guía en un mundo donde los vivos y los muertos se cruzaban. Juntos, descubrieron secretos sobre el pasado de Jamie y desenterraron misterios que desafiaban todas las leyes de la realidad. Y en medio de todo eso, el corazón de Jamie empezó a latir de nuevo, encontrando en Emily un faro de luz en su oscuridad eterna.