Bajo la luz plateada de la luna, Kira se adentró en las intrincadas montañas en busca de paz interior. Su corazón destrozado por la traición de su "novio", ansiaba encontrar consuelo en lo más alto. Pero lo que encontró fue a un misterioso alpinista de mirada gélida y actitud cortante.
A pesar de su rudeza, Kira no pudo evitar sentirse atraído por la fuerza magnética que emanaba de aquel hombre. Poco a poco, entre ascensos empinados y desafíos inesperados, ambos se fueron conociendo. Y en medio de la crudeza del paisaje montañoso, floreció una conexión intensa y desconcertante.
Entre susurros de viento y miradas furtivas, secretos del pasado salieron a la luz, desatando una vorágine de emociones encontradas. La atracción entre ellos se volvió tan intensa como peligrosa, desafiando los límites de lo prohibido y lo desconocido.
En esa noche eterna en las alturas, Kira y el alpinista descubrieron que juntos eran más fuertes, y que el amor, como la escalada a la cima de una montaña, podía ser tanto un desafío como una bendición.