En las afueras de la ciudad, el patólogo local Sebastián había estado obsesionado con los textos antiguos sobre invocación de demonios. Movido por la curiosidad y el deseo de obtener conocimientos prohibidos, decidió realizar un ritual en su laboratorio en medio de la noche.
Siguiendo cada paso al pie de la letra, incienso quemándose, velas encendidas y runas pintadas en el suelo, Sebastián recitó las palabras arcanas con una mezcla de emoción y miedo palpable en su voz.
De repente, una oscuridad opresiva llenó la habitación, haciéndole arrepentirse de inmediato de su imprudencia. Antes de que pudiera deshacerse de la presencia ominosa, una figura se materializó frente a él: un demonio de ojos llameantes y sonrisa burlona.
"¡¿Qué pretendes, humano insensato?!", la voz del demonio retumbó en toda la habitación mientras se acercaba a Sebastián.
Aturdido y temblando de miedo, Sebastián se dio cuenta de que había desatado fuerzas que estaban más allá de su control. ¿Podría encontrar una manera de romper el pacto con el demonio antes de que sea demasiado tarde?