El sol de la tarde se filtraba a través de las cortinas de la habitación, iluminando a Jun mientras miraba fijamente a Doha. El joven de cabello oscuro y mirada intensa parecía sumergido en sus propios pensamientos, mientras Doha, con su habitual sonrisa despreocupada, lo observaba con curiosidad.
"¿Qué estás tramando ahora, Jun?" preguntó Doha con tono juguetón.
Jun suspiró, tomando aire antes de hablar. "Doha, creo que es momento de que lo intentemos".
Doha frunció el ceño, confundido por las palabras de Jun. "¿Intentar qué, exactamente?"
Jun se acercó a él, acortando la distancia entre sus cuerpos. "Una relación de amor contractual", propuso Jun, buscando la mirada de Doha.
Los ojos de Doha se abrieron de par en par, sorprendido por la propuesta inesperada. "¿Qué? ¿Estás loco, Jun? ¡Eso es ridículo!"
Pero Jun mantuvo la calma, mostrando determinación en su mirada. "Doha, sé que tienes miedo al amor, pero creo que juntos podemos superarlo. Déjame demostrarte que el amor no es tan malo como piensas, déjame mostrarte que vale la pena arriesgarse".
Doha se mordió el labio inferior, luchando consigo mismo por dentro. ¿Podría ser verdad lo que Jun estaba proponiendo? ¿Podría realmente cambiar su percepción sobre el amor? Una chispa de esperanza se encendió en su corazón, mientras contemplaba la posibilidad de un nuevo comienzo.
Y así, entre risas, lágrimas y momentos de complicidad, Jun y Doha se embarcaron en una inesperada aventura hacia lo desconocido, donde el amor, la amistad y el destino se entrelazaban en un baile de emociones intensas y decisiones trascendentales.