En una noche oscura y tormentosa, Koseki llegó a la mansión sombría como cuidador del misterioso niño que habitaba en ella. Desde el primer momento, sintió una presencia inquietante que lo rodeaba, como si las sombras mismas estuvieran susurrando secretos oscuros.
El niño, con ojos tristes y un aura de dolor a su alrededor, apenas hablaba y parecía tener el peso del mundo sobre sus pequeños hombros. Koseki pronto descubrió que la mansión escondía secretos aún más profundos de lo que podía imaginar. Cada habitación, cada pasillo, resonaba con susurros de almas perdidas y susurros de tragedias olvidadas.
A medida que exploraba la mansión en busca de respuestas, Koseki se encontró cara a cara con su propio pasado atormentado, con demonios que creía enterrados hace mucho tiempo. ¿Qué conexión tenía él con el niño y la mansión? ¿Podría encontrar la redención en medio de tanta oscuridad?
Mientras los misterios se iban desentrañando, Koseki se dio cuenta de que para salvar al niño y a sí mismo, tendría que enfrentarse a sus propios miedos más profundos y descubrir la verdad detrás de la Phantom Mansion antes de que fuera demasiado tarde. ¡El destino de todos estaba en sus manos, entre las sombras que acechaban en cada esquina de la mansión!