Title: Porque las despedidas llegan pronto
En las sombrías calles de Kyoto, el Capitán Okita Soji del Shinsengumi se encontraba solo, rodeado por una densa niebla que ocultaba su destino final. Herido y exhausto, Okita luchaba contra un enemigo invisible, su propia enfermedad que le consumía lentamente. Sus ojos, una vez llenos de determinación, reflejaban ahora una profunda tristeza y resignación.
En ese momento crítico, una figura misteriosa emergió de la oscuridad. Era Hijikata Toshizo, su fiel compañero de armas y vicecomandante del Shinsengumi. Con voz firme pero llena de emoción, Hijikata se acercó a Okita y le recordó la valentía que siempre lo había caracterizado. Mientras la batalla final se acercaba, los dos guerreros compartieron recuerdos de tiempos pasados y promesas de un futuro incierto.
Entre susurros de confesiones y lágrimas silenciosas, Okita tomó una decisión que cambiaría el curso de la historia. Con un último suspiro, miró a los ojos de Hijikata y dijo: "Las despedidas pueden llegar pronto, pero nuestra amistad perdurará por la eternidad". Y así, en medio de la noche, el Capitán Okita Soji se despidió, dejando atrás un legado de honor y sacrificio que nunca sería olvidado.