Bajo la luz de la luna, Zhang Yifeng se paró en lo alto de un rascacielos, observando la ciudad extendiéndose ante sus ojos como un tablero de ajedrez. Una sonrisa ambiciosa se formó en sus labios mientras recordaba su pasado como un cultivador inmortal. Ahora, en su nueva vida como el rico y desafiante estudiante universitario, estaba decidido a reclamar lo que le correspondía. Con paso firme, desafiaría a los más poderosos, aplastaría a los arrogantes y conquistaría a los desafiantes. Utilizando su técnica secreta de autocultivo, estaba listo para demostrar que él era el verdadero emperador de esta ciudad moderna. "Nadie se atreve a desafiarme. Aquellos que se atrevan... sufrirán las consecuencias", murmuró con determinación mientras su mirada se volvía más fría y despiadada. Este no era solo el renacimiento de un hombre, era el renacimiento de un emperador inmortal en un mundo urbano lleno de peligros y intrigas.