En un bosque sombrío del planeta desconocido, Rojica y Rakkasei tropezaron con una entrada secreta a una mazmorra misteriosa. A pesar de las advertencias silenciosas que emanaban del lugar, la curiosidad los empujó a entrar. Descendieron por interminables escaleras de piedra hasta llegar a una sala iluminada por antorchas titilantes. En el centro, descubrieron un disco antiguo cubierto de runas brillantes, que parecían susurrarles historias olvidadas de tiempos remotos. Sin previo aviso, las paredes de la sala comenzaron a temblar, y un portal dimensional se abrió frente a ellos, revelando un paisaje distorsionado y aterrador. Rojica y Rakkasei intercambiaron miradas de determinación y se adentraron en el portal, sin saber que su descubrimiento desencadenaría una serie de eventos que cambiarían para siempre el destino de su planeta.