Título: Romance en Manhattan.
Hyeon estaba nervioso mientras caminaba por el pasillo del sexto piso, dirigiéndose a la habitación 605. Había algo en el ambiente que le ponía la piel de gallina, como si estuviera a punto de adentrarse en un territorio desconocido y peligroso. Al abrir la puerta, se encontró con Luwan, cuyos ojos oscuros lo escudriñaron con curiosidad.
―¿Qué haces aquí? ―preguntó Hyeon, tratando de controlar el temblor en su voz.
Luwan esbozó una sonrisa ladina y misteriosa, como si supiera algo que Hyeon no. Sin decir una palabra, le tendió un sobre sellado. Hyeon lo abrió con manos temblorosas y descubrió una nota breve y críptica que le hizo fruncir el ceño.
―¿Qué significa esto? ―preguntó Hyeon, mirando a Luwan en busca de respuestas.
Antes de que Luwan pudiera contestar, un estruendo resonó por todo el piso. Ambos jóvenes se miraron con sorpresa y se lanzaron fuera de la habitación para descubrir el origen del ruido. Lo que encontraron los dejó sin aliento: la habitación 605 estaba en caos, revuelta de arriba abajo, como si un huracán hubiera pasado por allí.
―¡El objeto desapareció! ―exclamó Luwan, con una mezcla de furia y desesperación en su voz.
Hyeon sintió un nudo en el estómago. Sabía que no podía dar la espalda a Luwan en ese momento. Debía encontrar una manera de ayudarlo, incluso si eso significaba adentrarse en un mundo del que no sabía nada. Y así, la noche en Manhattan se volvió mucho más peligrosa y emocionante de lo que Hyeon había imaginado.