En una tarde soleada de primavera, Satsuki se encontraba disfrutando de la belleza de los cerezos en flor en el parque de la escuela. De repente, escuchó una voz familiar a sus espaldas. Se giró y quedó petrificada al ver a Kaito, el chico que una vez la ofendió cruelmente en el pasado. Su corazón latía desbocado mientras lo veía acercarse con una sonrisa en su rostro.
Kaito, el hijo del famoso dueño de construcciones, parecía haber cambiado. Había una tristeza velada en sus ojos que Satsuki nunca antes había notado. Sin decir una palabra, él le tendió una ramita de sakura, un gesto de paz y arrepentimiento.
Entre ellos dos comenzó a florecer una historia de amor complicada. Con el telón de fondo de los vibrantes pétalos de sakura, Satsuki y Kaito se vieron envueltos en un torbellino de emociones encontradas. Secretos del pasado salieron a la luz, revelando conexiones inesperadas que los unían de una manera más profunda de lo que jamás habrían imaginado.
A medida que la relación entre Satsuki y Kaito se desarrollaba, descubrieron que el verdadero significado del amor y el perdón reside en la capacidad de dejar ir el pasado y abrazar un futuro juntos, donde el ritmo de sus corazones se fundía en perfecta armonía, al compás del Sakura Rhythm.