La luz del atardecer se filtraba a través de las hojas de los árboles, creando sombras danzantes en el rostro de Ken mientras observaba a Takumasa desde lejos. Siempre le había resultado difícil expresar sus sentimientos, pero desde que Takumasa se le acercó con una agenda de cambio, algo en él empezó a cambiar.
A medida que avanzaban en la escuela secundaria, los sentimientos de Ken hacia Takumasa se volvían cada vez más profundos y confusos. Se enfrentaba a la posibilidad de una separación inevitable, mientras luchaba por comprender sus propias emociones y deseos.
Un día, durante un festival escolar, Takumasa tomó la mano de Ken y lo llevó a un rincón apartado. Con una mirada intensa, Takumasa confesó sus sentimientos más profundos, envueltos en un halo de incertidumbre y anhelo. Ken, abrumado por la emoción, sintió que su mundo se tambaleaba.
Entre risas, lágrimas y susurros al viento, Ken y Takumasa se enfrentaron a un giro inesperado del destino que pondría a prueba su amor y determinación. ¿Podrían superar los desafíos que se avecinaban, o se verían obligados a despedirse para siempre? La respuesta yacía en las páginas del Note que Takumasa sostenía entre sus manos, una prueba silenciosa de su amor eterno.