Kata estaba cansado de esconderse. Desde pequeño, le gustaba ponerse vestidos y sentirse libre, pero siempre lo mantenía en secreto. Sin embargo, un día, su amigo Hajime descubrió la verdad y lo aceptó sin juzgarlo. La relación entre ellos se fortaleció aún más cuando Ichiro les mostró el perfil de una misteriosa chica que en realidad era Kata. Intrigado por la valentía de su amigo, Hajime decidió confrontarlo.
Entre lágrimas y confesiones, Kata reveló sus miedos y las razones detrás de su secreto. Hajime lo escuchó atentamente, sorprendido por la complejidad de los sentimientos de Kata. Finalmente, se dieron cuenta de que su amistad era más fuerte que cualquier secreto. Juntos, se propusieron apoyarse mutuamente, enfrentando juntos cualquier desafío que se les presentara. Con esta nueva comprensión, su amistad se fortaleció, demostrando que el amor y la aceptación pueden superar cualquier obstáculo.