Bajo los delicados rayos del sol de la tarde, Senpai y Kouhai se encontraban en el patio de la escuela. Senpai, con una sonrisa pícara en el rostro, observaba a Kouhai, cuyas mejillas ardían de vergüenza. Desde hace tiempo, Kouhai había estado secretamente enamorado de Senpai, pero ella parecía disfrutar de hacerle pasar momentos incómodos.
—¿Por qué siempre te pones tan nervioso, Kouhai? —preguntó Senpai con voz juguetona.
Kouhai, con el corazón latiéndole con fuerza, trató de articular palabras coherentes, pero su voz apenas salió en un susurro.
—T-tú siempre... siempre... —titubeó Kouhai.
Senpai soltó una risita, acercándose lentamente a él. Sus ojos brillaban con diversión mientras se inclinaba hacia Kouhai, quien cerró los ojos instintivamente, esperando lo peor. Sin embargo, en lugar de burlarse, Senpai susurró al oído de Kouhai con tono suave.
—¿Sabes? Yo también siento algo especial por ti.
El corazón de Kouhai dio un vuelco al escuchar esas palabras inesperadas. ¿Sería este otro de los juegos de Senpai o sus sentimientos eran genuinos? La incertidumbre se apoderó de él, pero una chispa de esperanza se encendió en su interior. ¿Qué depararía el destino para esta peculiar pareja de Senpai y Kouhai?