La noche caía sobre el campamento improvisado donde Lyle Walt y Novem habían decidido detenerse. El brillo de la luna iluminaba débilmente sus rostros cansados, marcados por la incertidumbre del camino que les esperaba.
Lyle sostenía entre sus manos la gema familiar que su abuelo le había entregado antes de partir. Aquella gema mágica que guardaba en su interior las memorias, personalidades y habilidades de siete de sus ancestros. Un poder que aún no comprendía del todo, pero que sabía que sería clave en su travesía.
Novem lo observaba en silencio, una mezcla de tristeza y determinación reflejada en sus ojos. Recordaba los días de inocencia compartidos en la mansión de los Walt, antes de que todo se desmoronara. Ahora, se encontraban solos, enfrentando un futuro incierto pero lleno de promesas.
Mientras la hoguera crepitaba frente a ellos, Lyle tomó una decisión. Levantó la vista hacia Novem, con una determinación renovada brillando en sus ojos. Sabía que el camino sería difícil, pero juntos eran más fuertes. Con la gema en sus manos y la compañía de su amiga de la infancia, se prepararon para enfrentar los desafíos que les deparaba el destino. Juntos, emprenderían una aventura llena de peligros y misterios, decididos a escribir su propia historia y reclamar lo que les pertenecía por derecho.