Cuando la policía y los demonios estaban a punto de acorralar a Shu en un callejón oscuro, Noriko apareció de repente con una mirada determinada en sus ojos. Sin pensarlo dos veces, se interpuso entre Shu y sus perseguidores, desplegando un misterioso poder que los dejó atónitos. "¡Deténganse!", exclamó Noriko con voz firme, mientras Shu la observaba con asombro.
Los demonios, sorprendidos por la audacia de Noriko, retrocedieron momentáneamente, dándoles la oportunidad de escapar. Mientras corrían por las calles desiertas, Shu no podía apartar la mirada de Noriko. ¿Cómo era posible que una humana poseyera tal poder? Intrigado y agradecido al mismo tiempo, Shu decidió confiar en ella y contarle la verdad sobre su origen demoníaco.
A medida que Noriko conocía más detalles sobre el oscuro pasado de Shu, una complicada red de mentiras y traiciones comenzaba a desenredarse. Descubrieron que la verdad que creían conocer no era más que una ilusión, y que juntos debían enfrentar a un enemigo mucho más poderoso de lo que jamás habían imaginado. Unidos por el destino, Shu y Noriko se adentraron en un mundo de peligros y secretos, donde la única certeza era la fuerza de su inquebrantable vínculo.