El viento soplaba con fuerza aquella noche, cargado de una extraña energía que ponía los pelos de punta. Inés, una joven psíquica, había aprendido a reconocer las señales de su "Sick Sense" a lo largo de los años. Cuando sintió el escalofrío en la espalda y vio sombras moviéndose en la oscuridad, supo que algo terrible se acercaba.
Decidió entrar en la antigua mansión abandonada que tanto había intrigado a los lugareños. Mientras avanzaba por los pasillos polvorientos, escuchó risas macabras y susurros inquietantes en sus oídos. Su corazón latía con fuerza, pero su determinación la empujaba más allá de sus miedos.
Al llegar a una habitación sepulcral, encontró un antiguo espejo que parecía emanar una oscuridad sobrenatural. Al mirar su reflejo, vio a un ser demoníaco acechándola desde el otro lado. Sin embargo, en lugar de sentir terror, sintió compasión.
Inés comprendió entonces que su "Sick Sense" no era solo una maldición, sino también un regalo para ayudar a los espíritus atormentados a encontrar la paz. Con valentía, decidió enfrentarse a la oscuridad y liberar al alma perdida que la había estado llamando en busca de redención.