Cuando recibí ese trabajo, nunca imaginé que mi vida cambiaría tanto. Mis responsabilidades no solo incluían un buen salario, sino también el cuidado de cuatro hermanas. ¡Qué suerte la mía!
Al principio, todo parecía ir sobre ruedas. Las chicas eran encantadoras y parecían llevarse bien, pero pronto descubrí que detrás de sus sonrisas se escondían secretos oscuros. Cada una de ellas guardaba un misterio que amenazaba con destruir la armonía de nuestro hogar.
Con el tiempo, fui testigo de traiciones, pasiones prohibidas y rivalidades mortales entre las hermanas. Me encontré en medio de un torbellino de emociones intensas, luchando por mantener la paz y desentrañar los enigmas que las rodeaban. ¿Podría salvar nuestra familia de la tragedia que se cernía sobre nosotros? La respuesta estaba lejos de ser clara, y mi corazón se debatía entre el amor y el peligro que acechaba en cada esquina de la habitación de las hermanas.