En una tranquila noche de luna llena, el vampiro más guapo y seductor de todo el poblado, conocido como Dante, acechaba a su próxima presa. Pero esta vez, algo inesperado sucedió. En vez de encontrar a una doncella indefensa, se topó con una joven valiente y astuta llamada Valeria, quien al notar su presencia, no huyó ni gritó de miedo, sino que sonrió con confianza.
Valeria, cansada de que los vampiros se creyeran superiores, decidió desafiar a Dante de una manera inusual. Le propuso un juego: si él lograba hacerla reír, ella se convertiría en su cenicienta por toda la eternidad. Dante, intrigado por la propuesta y seguro de su encanto, aceptó de inmediato.
Durante días, Dante intentó todo tipo de bromas y chistes, pero Valeria se mantenía impasible, sin ceder ni un ápice de su seriedad. Desconcertado y enamorado a la vez, Dante comenzó a cuestionarse su propia naturaleza, mientras Valeria, con su mirada penetrante, develaba sus más profundos temores y deseos.
La noche decisiva llegó, y en un momento de vulnerabilidad inesperada, Dante confesó a Valeria sus miedos y anhelos más íntimos. Fue entonces que Valeria soltó una carcajada sincera, desatando una magia que ni siquiera el vampiro más poderoso podría controlar. Y así, entre risas y complicidad, nació una historia de amor que desafió todas las creencias y convenciones de ambos mundos.