En una soleada tarde de primavera, Ana estaba sentada en el patio de la escuela, absorta en su teléfono móvil mientras jugaba a su juego social favorito. De repente, recibió una notificación que la hizo gritar de emoción, llamando la atención de todos a su alrededor. Era un mensaje de su novio, quien le pedía que se encontrara con él en la azotea de la escuela.
Intrigada, Ana corrió hacia la azotea, preguntándose qué podría estar pasando. Al llegar, se encontró con una sorpresa inesperada: su novio estaba arrodillado frente a ella, sosteniendo un anillo en una mano y una caja de juegos de mesa en la otra.
"Ana, sé que amas tanto los juegos sociales como a mí, así que pensé que sería divertido proponerte algo diferente", dijo su novio con una sonrisa nerviosa.
Con lágrimas de felicidad en los ojos, Ana aceptó la propuesta de su novio y juntos abrieron la caja de juegos de mesa, embarcándose en una nueva aventura llena de desafíos y risas. Mientras el sol se ponía en el horizonte, su amor creció aún más fuerte, demostrando que el amor y los juegos sociales podían ir de la mano en su extraordinaria historia de amor.