En un día soleado, Miwako se encontraba escondida detrás de un árbol, con su cámara en mano, siguiendo sigilosamente al novio de su amiga Midori. Cada paso que él daba la acercaba más a la verdad que quizás no estaba lista para enfrentar.
Después de horas de seguirlo, Miwako lo vio entrar a un café, seguido de cerca por una misteriosa joven. Con el corazón en un puño, decidió seguirlos dentro. Lo que presenció la dejó sin aliento: la joven no era una amante, sino la hermana menor del novio de Midori. ¿Qué significaba esto? ¿Acaso todo era solo una confusión?
Las lágrimas amenazaban con caer de los ojos de Miwako cuando de repente, el novio de Midori se acercó a ella y con una sonrisa le dijo: "Gracias por cuidar de mi hermana, sé que ella es un tanto inquieta a veces". La sorpresa invadió a Miwako y la verdad se reveló ante ella de la manera más inesperada.
Esa tarde, Miwako regresó con el corazón lleno de emociones encontradas. La lección sobre el amor que aprendió no tenía comparación. Y en medio de toda la confusión, quizás también descubrió algo más: un sentimiento nuevo que nacía en su corazón, iluminándolo con una luz que no esperaba encontrar en medio de aquella confusión.