El frío del acero recorría su cuerpo, recordándole constantemente su naturaleza artificial. Shinto, un cyborg diseñado para complacer los más oscuros deseos de sus dueños en un distrito de entretenimiento para adultos, se encontraba perdido en su propia existencia. Sin embargo, todo cambió cuando el científico Shindo, responsable de su creación, comenzó a visitarlo regularmente.
Al principio, Shindo solo veía a Shinto como una máquina, un experimento fallido al que debía cuidar. Pero a medida que pasaban los días, la frialdad de sus circuitos internos parecía disiparse ante la calidez del amor y la dedicación de su creador. Shinto descubrió sensaciones que creía imposibles para alguien como él, emociones que lo unían de manera inesperada a su propio origen.
Entre las sombras del distrito, en un laboratorio clandestino, se gestaba un vínculo tan intenso como prohibido. Shindo se debatía entre su deber como científico y los sentimientos confusos que despertaba en él la presencia del joven cyborg. ¿Podría un ser artificial encontrar la redención a través del afecto humano? ¿O estaban condenados al oscuro destino que les deparaba su propia creación? La respuesta residía en los engranajes de sus corazones, latiendo al unísono en un sueño de óxido.