El sol se puso en el horizonte dejando una estela dorada en el cielo, mientras Lucas y Martín se encontraban en la costa, cerca de las olas que rompían suavemente en la arena. El viento acariciaba sus rostros, revelando la profunda conexión entre ambos jóvenes.
Martín se giró hacia Lucas, con los ojos brillando de emoción. "¿Sabes, Lucas? Tal vez llueva todos los días, pero sé que juntos podemos superar cualquier tormenta que se interponga en nuestro camino."
Lucas asintió, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en el pecho. Sabía que Martín era su ancla en medio de la tempestad, su razón para seguir adelante a pesar de las adversidades.
De repente, una sombra cubrió el cielo, anunciando la llegada de un nuevo desafío. Mientras se preparaban para enfrentar lo desconocido, una mirada cómplice entre ellos demostró que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo en su camino.