En una escuela secundaria japonesa, dos estudiantes sobresalían no solo por su rendimiento académico, sino también por los peculiares nombres que llevaban: Tenshi-chan y Akuma-kun. Mientras que Tenshi significaba "ángel" en japonés, Akuma significaba "demonio". Esta contradicción en sus nombres reflejaba perfectamente la relación entre ellos.
Tenshi-chan era conocida por su amabilidad y gentileza, siempre dispuesta a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Por otro lado, Akuma-kun era todo lo contrario: un chico misterioso, arrogante y frío que parecía alejar a todos los que intentaban acercarse a él.
A pesar de las apariencias, Tenshi-chan veía más allá de la fachada de Akuma-kun y estaba decidida a descubrir el motivo detrás de su actitud indiferente. Con el tiempo, ambos comenzaron a interactuar más, revelando capas ocultas en sus personalidades y forjando una conexión especial que desafiaría todas las expectativas.
Entre risas, lágrimas y confesiones sorprendentes, Tenshi-chan y Akuma-kun descubrirían que, a veces, las apariencias podían ser engañosas y que los verdaderos demonios y ángeles residían en el corazón de las personas.