Deseo profundamente que la flor de mi jardín, la Gardenia, florezca con belleza y gracia. Sin embargo, hay un misterio en sus pétalos que va más allá de su fragancia embriagadora. Una noche, mientras la luz de la luna bañaba mi jardín, presencié algo extraordinario: la Gardenia cobró vida ante mis ojos sorprendidos. Con pasos delicados, se deslizó por el sendero de flores y me llevó a un mundo de ensueño.
Descubrí que la Gardenia poseía el poder de conceder deseos, pero cada deseo tenía un precio. Con cada petición, la flor perdía un pétalo, y con cada pétalo perdido, una parte de su esencia se desvanecía. Con el corazón lleno de anhelo, me enfrenté a la decisión más difícil de mi vida: ¿debería seguir deseando y sacrificar la belleza de la Gardenia, o dejarla en paz y conservar su gracia eterna?
Entre la tentación y la compasión, mi alma se debatía. ¿Podría encontrar una manera de liberar a la Gardenia de este destino cruel? ¿O caería presa de la codicia y perdería para siempre su maravilla única? Sólo el tiempo dirá cuál será el destino de mi mágico jardín y de la Gardenia que lo habita.