El sol brillaba en lo alto cuando Pedro, un NEET autoproclamado, decidió dar el primer paso para conquistar a su amada waifu, María. Con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho, se acercó a ella en el parque donde solían encontrarse.
"María, ¡tengo algo importante que decirte!", exclamó Pedro con determinación, ignorando las miradas curiosas de los transeúntes.
María levantó la mirada, sorprendida por la repentina confesión de Pedro. Sus ojos se encontraron con los suyos, y en ese momento, Pedro sintió que el mundo se detenía a su alrededor.
"Justo en ese instante, un vendedor ambulante se acercó, interrumpiendo el precioso momento con un giro inesperado.
"¡Señorita, flores frescas para la dama hermosa y para usted, señor, un brillante ramo de..." - el vendedor no pudo terminar su frase, ya que Pedro, en un arranque de valentía, tomó la mano de María y le confesó su amor con palabras sinceras y desde lo más profundo de su corazón.
El mundo parecía congelarse mientras María procesaba las palabras de Pedro. La emoción de la confesión se reflejaba en sus ojos, y justo cuando Pedro pensaba que todo estaba perdido, María se inclinó hacia él y susurró: "También tengo algo que confesarte..."
¿Qué secreto guardará María? ¿Se convertirá este momento en un dulce romance o en un cómico malentendido? Las respuestas se esconden en los susurros del viento y en los latidos de dos corazones que anhelan unirse en un baile de emociones inesperadas.