En un tranquilo campus universitario, Jang Jae-woong se encontraba dando vueltas, tratando de llamar la atención del hombre que había capturado su corazón a primera vista. Con un corazón gentil y una mente brillante, Jae-woong parecía tenerlo todo para conquistar al enigmático joven. Sin embargo, en un giro inesperado del destino, un malentendido lo llevó a caer en una profunda crisis personal.
Mientras intentaba expresar sus sentimientos al objeto de su afecto, las palabras se enredaron en su lengua y salieron malinterpretadas. En lugar de ser correspondido, Jae-woong se encontró solo, con su corazón hecho pedazos y su mente llena de confusión. Sus puntos ciegos, antes ocultos, ahora parecían gritarle en medio de la oscuridad emocional en la que se encontraba.
Entre lágrimas de frustración y susurros de autodesprecio, Jae-woong se vio obligado a enfrentar la verdad incómoda: ¿realmente conocía al hombre del que se había enamorado, o simplemente se había enamorado de una ilusión fabricada en su mente? Mientras luchaba por encontrar la respuesta, se embarcó en un viaje interno de autodescubrimiento y redención, donde la única pregunta que resonaba en su mente era: ¿tienes zanahorias?