En el corazón de la ciudad, dos amantes se encontraban en medio de una acalorada discusión en la azotea de un edificio abandonado. Sus ojos destellaban de furia y dolor, mientras sus palabras cortaban como cuchillos afilados en el aire nocturno.
"¡No puedes simplemente desaparecer así, Olivia!", gritó Valeria, con el corazón hecho pedazos.
Olivia apartó la mirada, luchando contra las lágrimas que amenazaban con caer. "Sabes que esto es lo mejor para nosotras, Val. Ya no podemos seguir viviendo esta mentira".
Las dos mujeres se quedaron en silencio por un momento, el viento frío de la noche zarandeando sus cabellos oscuros. Fue entonces cuando Valeria dio un paso adelante y tomó suavemente la mano de Olivia.
"¿Recuerdas cuando solíamos mirar las estrellas juntas desde esta azotea?", susurró Valeria, con voz temblorosa. "Éramos tan felices... ¿cómo llegamos hasta aquí?".
Olivia se estremeció ante la nostalgia en la voz de su amante, recordando los momentos de ternura y pasión que habían compartido. Un destello de duda cruzó sus ojos antes de apartar de nuevo la mirada.
"Las cosas cambiaron, Val. Nosotras cambiamos", respondió Olivia, con amargura en su voz.
Pero en ese preciso instante, cuando parecía que todo estaba perdido entre ellas, un rayo de luna iluminó sus rostros y Valeria vio algo en los ojos de Olivia que no había visto en mucho tiempo: arrepentimiento.
¿Sería demasiado tarde para cambiar el rumbo de sus destinos entrelazados? ¿Podría el amor que una vez las unió ser suficiente para sanar las heridas del pasado y construir un futuro juntas?