En el giro inesperado de los acontecimientos, JaeWon se despierta en una habitación desconocida, atado de pies y manos. Frente a él, JungWook lo observa con una sonrisa siniestra en el rostro.
"¿Recuerdas, JaeWon? ¿Recuerdas lo que me hiciste?" susurra JungWook, con los ojos llenos de rencor.
JaeWon frunce el ceño, luchando por recordar el pasado, por desentrañar el misterio que lo rodea. Fragmentos de recuerdos llegan a su mente, pero todo es confuso, borroso.
"¿Por qué me odias tanto, JungWook?" pregunta JaeWon, con la voz temblorosa.
La habitación se llena de silencio tenso, solo interrumpido por la respiración agitada de ambos jóvenes. De repente, un ruido estruendoso rompe la quietud y las luces parpadean, proyectando sombras fantasmales en las paredes.
JungWook se levanta bruscamente, liberando a JaeWon de sus ataduras. "No tenemos mucho tiempo. Necesitas recordar lo que pasó esa noche, antes de que sea demasiado tarde. Tu transformación está incompleta, al igual que la verdad que nos une y nos separa."
Con el corazón latiendo desbocado, JaeWon sigue a JungWook por un pasillo oscuro, adentrándose en un laberinto de recuerdos y secretos enterrados. Ambos jóvenes están a punto de descubrir que la verdadera transformación no se encuentra en el exterior, sino en los misterios del pasado que los han mantenido unidos en la distancia.