El clima tormentoso no hacía más que añadir tensión a la ya incómoda situación en la habitación de hotel que Umino Mitsuki y Kubota tendrían que compartir. Mitsuki, con su complicado pasado que lo atormentaba, se encontraba atrapado en una espiral de emociones encontradas. Por un lado, anhelaba con desesperación poder conectar con Kubota a un nivel más íntimo, pero por otro, el miedo a revivir su trauma lo paralizaba.
Mientras la lluvia golpeaba con fuerza las ventanas, Kubota, ajeno a la tormenta interna de Mitsuki, se acercó con ternura a su compañero y le ofreció un reconfortante abrazo. Mitsuki, con el corazón latiéndole desbocado, sintió una mezcla de emociones que nunca antes le habían invadido de esa forma. En medio de la oscuridad de la habitación, ambos se miraron a los ojos, y en ese instante, Mitsuki supo que algo dentro de él estaba a punto de cambiar para siempre.
El sonido de los truenos retumbando en el exterior parecía ser el eco de la lucha interna de Mitsuki, quien finalmente tomó una decisión que lo llevaría por un camino de autodescubrimiento y sanación. ¿Podría el poder del amor y la comprensión romper las barreras que había construido en su corazón? O tal vez, la tormenta que rugía afuera era sólo el reflejo de la tormenta emocional que se desataba en su interior.