Título: Un perro que no se comporta como un perro
En la tranquila ciudad de San Miguel, la vida cotidiana transcurría sin sobresaltos hasta la llegada de Max, un perro bastante peculiar. A diferencia de sus compañeros caninos, Max no disfrutaba persiguiendo pelotas o ladrando a los extraños; en cambio, pasaba sus días observando a la gente con una mirada penetrante y misteriosa.
Los vecinos comenzaron a murmurar sobre la extraña conducta de Max, preguntándose si acaso aquel animal escondía algún secreto. Un día, durante un paseo por el parque, Max se detuvo frente a la estatua del fundador de la ciudad y emitió un aullido desgarrador que heló la sangre de todos los presentes.
A partir de ese momento, sucedió algo inesperado: las personas que pasaban cerca de la estatua de bronce comenzaron a escuchar susurros en la noche, como si el espíritu del fundador hubiera cobrado vida a través de Max. ¿Qué misterio se escondía detrás de aquel perro que desafiaba las leyes de la naturaleza?
La llegada de Max había traído consigo un aura de misterio y magia a San Miguel, donde nada volvería a ser como antes.