El sol estaba comenzando a esconderse en el horizonte cuando Valeria finalmente se atrevió a confrontar a su hermano mayor, Mateo, con la verdad que había estado guardando durante tanto tiempo. Con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho, se paró frente a él, su voz temblorosa pero firme.
"Mateo, necesito que me escuches", comenzó Valeria, sus ojos llenos de determinación. "Lo que estoy a punto de decirte podría cambiarnos para siempre, pero no puedo seguir escondiéndolo".
Mateo, con una mirada de confusión en su rostro, la instó a continuar. Valeria respiró hondo antes de revelar el secreto que había mantenido en silencio durante tanto tiempo, un secreto que amenazaba con destrozar la frágil armonía de su familia.
"Mateo, me he enamorado de ti", confesó Valeria, las lágrimas brotando en sus ojos. "No puedo controlar estos sentimientos, y sé que es incorrecto, pero mi corazón no entiende de lógica".
El silencio llenó la habitación mientras las palabras de Valeria resonaban en el aire. ¿Qué pasaría ahora que la verdad estaba sobre la mesa? ¿Podría su amor sobrevivir a los tabúes y al juicio de quienes los rodeaban? Valeria y Mateo estaban a punto de embarcarse en un peligroso viaje de autodescubrimiento, donde el amor, el sacrificio y el perdón serían puestos a prueba de la manera más inesperada.