Bajo la luz tenue de la luna, Alicia se encontraba de pie en medio de un bosque misterioso, tratando de recordar cómo había llegado allí. Las sombras de los árboles danzaban a su alrededor, susurrando secretos antiguos y oscuros. De repente, un hombre se materializó frente a ella, con una mirada intensa y misteriosa. "Soy Ares", se presentó con voz profunda, enviando escalofríos por la espalda de Alicia. Sin embargo, algo en su interior le decía que ese nombre no era del todo correcto. Antes de que pudiera cuestionarlo, Ares la tomó de la mano y la llevó a través de un portal mágico, transportándola a un reino desconocido y peligroso. Mientras luchaba por recordar quién era realmente, Alicia se dio cuenta de que su destino estaba entrelazado con el de Ares de una manera que no podía comprender. Y cuando despertó al día siguiente, sola en la cama, una pregunta urgente se abrió paso en su mente: ¿por qué Ares ya no estaba a su lado? La respuesta a ese enigma desencadenaría una serie de eventos que cambiarían su vida para siempre.