Bajo las sombras del atardecer en Villa Crepúsculo, Riku y Sora caminaban juntos en silencio. El ambiente denso se rompía únicamente por el susurro del viento entre los árboles. Riku, con la mirada perdida en el horizonte, finalmente rompió el silencio.
"Sora, hay algo que debo decirte", murmuró Riku con voz entrecortada, su mirada reflejando una mezcla de determinación y temor.
Sora se detuvo, girando hacia él con gesto inquisitivo, esperando las palabras que estaban a punto de caer de los labios de Riku. El corazón de Sora latía con fuerza, anticipando lo que vendría a continuación.
"Durante tanto tiempo he luchado contra mis propios sentimientos, tratando de ignorar lo que late en mi pecho cada vez que estoy cerca de ti", confesó Riku, su expresión vulnerable pero sincera.
El ambiente tenso se llenó de una electricidad palpable mientras Sora asimilaba las palabras de Riku. Los dos amigos, destinados desde hacía mucho tiempo a caminar juntos en sus aventuras, se encontraban ahora en un cruce de caminos inesperado. ¿Qué significaría este confesión para su amistad? ¿Podrían seguir caminando juntos, esta vez como algo más que amigos? ¿O este nuevo capítulo en sus vidas los separaría para siempre?