Nananko estaba en el centro de la pista de baile, con los brazos en alto y una sonrisa radiante en el rostro. Era conocida en la oficina como la reina de las fiestas, siempre siendo la última en abandonar la pista y la primera en pedir otra ronda de tragos. Yui, su compañera de trabajo más joven, suspiró mientras se acercaba a ella con una botella de agua en la mano.
"¡Nananko-senpai, creo que ya es hora de irnos!", gritó Yui por encima de la música estridente.
Nananko se rió, un brillo travieso en sus ojos. "¡Pero Yui, la noche es joven y la diversión apenas comienza!"
Yui sabía que no tenía escapatoria. Siempre terminaba cuidando a Nananko en estas situaciones. Mientras intentaba persuadir a Nananko para que se fuera a casa, un chico se acercó a ellas con dos shots en la mano. Sin pensarlo dos veces, Nananko los tomó ambos de un sorbo.
"¡Oh no, aquí vamos de nuevo!", murmuró Yui para sí misma.
Lo que Yui no sabía era que esa noche traería consigo no solo risas y desenfreno, sino también revelaciones inesperadas y confesiones que cambiarían su relación para siempre. Con Nananko borrosa por la bebida y Yui luchando por mantenerse sobria, las emociones florecieron en medio de la oscuridad de la noche. ¿Sería esta la noche en que finalmente se enfrentarían a sus verdaderos sentimientos?