La noche caía sobre el mundo de fantasía donde Yu Tae-keon se encontraba atrapado. Caminaba por un oscuro bosque, con la corazón acelerado al recordar el encuentro con Abel, su misterioso compañero destinado. A pesar de sus esfuerzos por conquistar a Abel, este seguía manteniendo distancia, envuelto en misterio y un aura de melancolía.
Yu se sentía confundido y frustrado. ¿Por qué Abel lo rechazaba? ¿Qué significaba ser omega en este extraño Omegaverso? Su mente bullía de preguntas sin respuestas, pero una determinación ardía en su pecho. No se rendiría, no sin antes descubrir la verdad detrás de los secretos de este mundo.
Mientras tanto, en la penumbra de la noche, criaturas acechaban entre los árboles, observando cada movimiento de Yu con ojos hambrientos. El destino de Yu y Abel estaba entrelazado en un juego peligroso donde los enigmas del corazón se mezclaban con los peligros de lo desconocido. ¿Podría Yu desentrañar los misterios de este mundo y conquistar el corazón de Abel, o caería presa de las sombras que los rodeaban? La respuesta estaba por desvelarse en las profundidades de aquel bosque encantado.